Seguramente fue tu aire el que llenó las burbujas que perseguía en el parque.
Como una niña me vi, persiguiendo ruedas transparentes tratando de rozar tan sólo un poco de tu aliento...
Digamos que me he retirado de la profesión de profeta.
Ahora solo vivo y observo, escribo y recuerdo.
He cesado en mi infinita busqueda de explicaciónes, y mi determinada cuesta por romance ha terminado.
Ahora solo trato de Ser y sonreir.