martes

Carta para mis sueños

Hola, te escribo para decirte que no te vi aquí en la mañana, pero quise pensar, -y pensé- que solo viniste a dormir conmigo y tenerme en tus brazos, pero tuviste que regresar temprano en la madrugada para que nadie notara tu ausencia.

…Te tengo una mala noticia, el irte así –temprano en la madrugada— para que no se dieran cuenta que hacías falta, te falló. Yo si lo noté, lo noté inevitablemente.

Y la verdad, es que se que pronto te veré, pero ese saber solo me hace anhelarte y extrañarte más. La verdad, ya no puedo esperar a que esa nostalgia se me escape de las manos, cuando estas estén ocupadas con las tuyas.


Con anhelo,

-Camila

Saber entre las líneas

V-33 a V- 55 (Marzo 14, 2010)

Trato de hacerle saber que aún soy suya.
Que no puedo ni acercármele a alguien más,
porque para mi es un extraño.

Trato de hacerle pequeñas pistas que le den
la certeza de que sus manos han sido las
últimas. Y de que sus ojos han sido los únicos
que me saben ver el alma.

Quizás esto ya es de su conocimiento,
o quizás lo duda por unos segundos.

El caso es que necesito una manera de
hacerle saberlo. Y busco, busco y
no la encuentro.

Quizás, el día que lo vea, lo veré como
lo hacía antes. De la misma manera
y con la misma calma.

Y si el logra ver mi alma, lo sabrá.

Saber entre las líneas

V-1 a V-32. (Marzo 14, 2010)


Yo sé que no necesito decírselo,
sé que él lo sabe a ciencia cierta.
Yo sé que él lo siente también, y sé
que yo lo sé.

Sin embargo trato de dejarle pequeñas
huellas cada vez que le dirijo la palabra,
o más bien; que le dirijo las letras.

Yo sé que lo sabe sin embargo quiero
decírselo. Pero tenemos un trato que
me impide. Me impide dárselo en las manos.
Esas manos.

Yo sé que él sabe que sé, sin embargo
me gustaría escucharlo; pero de nuevo
esta ese protocolo que él sigue más al
pie de la letra que yo.

¿y qué si no sabe? ¿podré decírselo?

¿Sería yo una delincuente al romper la regla?
¿qué regla?

Al diablo con la regla; si alguien lo ve —dígale—
dígale lo extraño. Dígale que aun soy suya.
Dígale que aún con el tiempo pasado, me sigue
costando irme a dormir sin pensar en él,
y en el saber.

domingo

Y mire- compañero, amigo, amante- a pesar del tiempo y los metros, usted y nos seguimos pensando